Comparto mis observaciones sobre el discurso del Presidente Macri por cadena nacional, conforme al reportaje que me hizo la periodista Cecilia Filas de El Cronista.

Jueves 6 de septiembre de 2018

Luego del discurso de Mauricio Macri de  la semana pasada el dólar se disparó en un 7%, hoy la escalada fue menor  –en  el contexto de una jornada tranquila en términos cambiarios debido al feriado en los Estados Unidos– pero una vez más, Macri no logró convencer.

Para Sergio Rulicki, Doctor en Comunicación Social (Universidad Austral) y licenciado en Antropología (UBA): “Usó un tono, un volumen y una prosodia (una melodía) como si le hablara a un niño para calmarlo. O sea, nos trató de niños, para hacernos sentir que no había nada de qué preocuparnos. Eso estuvo presente en la mayor parte de su discurso, y enoja más. Porque es tratarnos de niño en el sentido de alguien que no puede comprender, no es ni siquiera tierno. Él habló mucho de madurar, «la sociedad está madura», «hemos alcanzado la madures», eso se acopla a un discurso paternalista, es el padre que te guía y te habla de la importancia de madurar, de aceptar el sacrificio, y habla como un padre también cuando dice: «¿Creen que me hace feliz no darle los recursos a la gente que más lo necesita?». 

Para ambos expertos, los efectos del discurso fueronprecisamente lo contrario a lo que se buscó transmitir, incluso para Rulicki:“No decir nada de sí mismo en términos de lo que vamos a hacer mejor a partirde ahora, al contrario siguen en la misma. Pero eso es típico del narcisimo.Sufren el síndrome del ludópata: pierden y redoblan la apuesta. No puedenaceptar que ellos son responsables de que algo saliera mal”  y remonta un término que hace años no seligaba a la Casa Rosada. “Los griegos en sus leyendas, en sus mitos, hablabadel hibris como la peor de las equivocaciones que puede tener un aspirante aser el líder de un pueblo, que es el creer que por sus cualidadesextraordinarias podés convertir eso, en un sentido, de invulnerabilidad acorrer cada vez más riesgos. Y nuevamente entramos en la cuestión de ludopatía”.

Los puntos claves del discurso de Macri:

Falta de confianza

SR: En ningún momento transmitió ser el capitán de un barco que pueda dirigir, no dio esa sensación. No es la actitud de un líder que conduce una tormenta, porque lo que hizo fue externalizar las causas de esa crisis. No hubo ninguna autocrítica y la externalización de las causas de un fracaso es uno de los 9 rasgos de diagnósticos del trastorno narcisitas de la personalidad. Cuando una persona es incapaz de asumir la responsabilidad por la situación en la que está y acusa a otros, eso es un rasgo del trastorno narcisista.

Sobreactuación y poca autenticidad

SR: “Hay una falta de autenticidad porque es imposible poner sobre la mesa las verdaderas intenciones de lo que han hecho y de lo que se proponen seguir haciendo. En campaña, cuando todavía no tuviste que demostrar nada, era posible hacer de ese discurso algo más convincente, más creíble. En cambio, cuando la gente no quiere creerte, si no sos realmente genuino no vas a convencer a nadie. Pero el problema es que no puede ser genuino.

SR: Hay un uso repetitivo del emblema de ruego –que consisten en colocar las palmas juntas como si se estuviera rezando o pidiendo por favor– aparece, por ejemplo, cuando dice: «Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance» y se utiliza para estimular al otro a que te crea algo de lo que ni vos mismo estás convencido. Otra señal fue la ceja izquierda elevada, creo que fue una filtración de su intento de no elevar ambas cejas: él normalmente recurre a la elevación de ambas cejas y mantenerlas elevadas produciendo una mirada blanda, ojos redondeados, profundas arrugas en la frente, que es una expresión facial de perplejidad que él usa como un acto apaciguador para que no lo ataquen. Además, se quedó congelado durante 4 segundos después de  hablar de la corrupción: el congelamiento técnicamente tiene que ver con el temor –ante el temor extremo las personas tiene 3 respuestas: luchar, huir o congelarse, que equivale a camuflarse en términos evolutivos– es como quedarte  quieto para que no te vean.

Nicolás Dujovne

Como el discurso de Macri, la conferencia del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no generó mejores resultados. “Tristeza, depresión, angustia.  Lo que más me llamó la atención fue la expresión disfórica de su mirada –explica Rulicki– una mirada que prácticamente parecía haber estado llorando 5 minutos antes: tenía los ojos rojos, la mirada totalmente introvertida, le costaba mucho estar ahí. Tuvo un momento en el que por poco se arranca un pedazo de piel del dedo de una mano de lo fuerte que se lo rascó, eso se llama fidgeting eso es un nivel de estrés del más alto que podés tener”. En este sentido, Rodríguez Saráchaga agrega: “Lo más triste de Dujovne fue aclarar que no había renunciado pero que su renuncia estaba a disposición y la cara es de destrozado, está físicamente liquidado, es el padre del chico que estaba con Carlos Pagni”.

Historia personal: el recuerdo del secuestro

SR: Él utilizó la estrategia de victimización cuando se refrió a su secuestro. Cuando dice: “Para mí no es fácil (este momento)” produce la única expresión genuina que tuvo, que es una expresión facial de tristeza, de angustia, de dolor,. Un microsegudo donde las cejas se le pusieron oblicuas por un instante, los extremos internos se elevan y se acerca entre sí, eso es un signo fidedigno de tristeza. La tristeza está relacionada con la pérdida, y es también una señal de vulnerabilidad para atraer sobre uno la ayuda externa. Pero en este caso, como fue una filtración, realmente podemos saber que él se siente perdido. De verdad se siente en problemas.

Fuente: https://www.cronista.com/clase/dixit/Mas-alla-de-las-palabras-que-dijo-Macri-con-el-cuerpo-y-los-gestos-20180903-0005.html