Artículo del Dr. Rulicki sobre la serie de TV “LIE to ME” para Fox.
En la última escena del primer capítulo, podemos ver tres ejemplos cotidianos de gestos delatores, fáciles de observar y entender porque son mostrados en un contexto argumental muy simple. Si su interés es iniciarse en la detección de la mentira a través de la comunicación no verbal resulta útil comenzar por enfocarse en ellos, pues señalan claramente uno de los mecanismos de la autodelación inconsciente.
Un muchacho conversa con su novia y le dice cuánto le agradan sus futuros suegros y lo contento que está de pasar las vacaciones con ellos, mientras que al mismo tiempo hace un gesto facial de tristeza, que encubre con una sonrisa. El gesto de tristeza consiste en la elevación involuntaria de los extremos internos de las cejas, creando arrugas en el centro de la frente. En este caso, la manifestación de la tristeza contradice la alegría expresada con palabras (y con la sonrisa encubridora), y manifiesta la emoción que verdaderamente siente el personaje.
Una mujer oriental habla por celular y dice lamentar que despidieran a su compañero de trabajo mientras que a ella le dieron el ascenso, “que no esperaba”. Al mismo tiempo sonríe. Se trata de una sonrisa asimétrica, en la que existe mayor elevación de las comisuras de un lado del rostro, una sonrisa dirigida hacia la propia persona que la produce, a manera de autoalabanza.Esta sonrisa, que expresa sensaciones de alegría egoísta, está en flagrante contradicción con el contenido del mensaje verbal.
Finalmente, vemos a un hombre que le pide a su amante más tiempo para dejar a la esposa, y al mismo tiempo eleva uno de sus hombros. El alzamiento de los hombros, que en las autodelaciones aparece en forma fragmentaria, significa: “No sé”, “No me importa” o “Nada puedo hacer”, y constituye un signo de desentendimiento, falta de deseo o impotencia. Nuevamente vemos la contradicción entre lo que el personaje declara con palabras y lo que expresa su lenguaje corporal.
Para los que estudiamos la comunicación no verbal la conclusión es clara: es al cuerpo al que debemos creerle.
Foto: Fox